Y despues de ver la réplica de la formación del Gran Cañón de Colorado en laboratorio, ahora el observatorio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea, confirma con sus últimos sondeos que la formación de estrellas y los campos magnéticos están estrechamente relacionadas.
Wallace Thornhill comenta en este video sobre algunos descubrimientos recientes notablemente significativos en las ciencias espaciales.
Los científicos utilizando el observatorio espacial Herschel han observado en detalle sin precedentes estructuras filamentosas en toda la galaxia, la Vía Láctea.
La imagen que emerge es que estas estructuras están estrechamente vinculados a la formación de estrellas.
Wallace Thornhill explica la enorme importancia de este descubrimiento para la teoría del universo eléctrico.
Texto extraído de la página web oficial del observatorio Herschel de ESA (Agencia Espacial Europea)
Las observaciones con el observatorio espacial Herschel de la ESA han revelado que nuestra galaxia se enhebra con estructuras filamentosas en cada escala de longitud. Desde las cercanas nubes, alojando marañas de filamentos de unos pocos años luz hasta las gigantescas estructuras, estirandose cientos de años luz, cruzando los brazos en espiral de la Vía Láctea, que parecen ser verdaderamente omnipresentes.
Los datos de Herschel han reavivado el interés de los astrónomos en el estudio de filamentos, haciendo hincapié en el papel fundamental de estas estructuras en el proceso de formación de estrellas.
En la búsqueda de respuestas, los astrónomos observan nubes moleculares gigantes, las incubadoras cósmicas donde el gas y el polvo se transforman en estrellas. Si bien estos estudios se realizan usando una variedad de técnicas, un enfoque fundamental es la observación de la luz infrarroja, ya que el material interestelar brilla en estas longitudes de onda largas.
Antes de Herschel, los astrónomos ya habían identificado varios filamentos en las nubes interestelares y reconocido su potencial importancia para la formación de estrellas. Sin embargo, sólo con el aumento de la sensibilidad y resolución espacial otorgado por este observatorio, combinado con sus escrutinios a gran escala, podrían revelar el alcance total de los patrones filamentosos en la Vía Láctea.
Uno de los sondeos realizados por el Herschel – el del Cinturón de Gould – se centró en un anillo gigante de las regiones de formación de estrellas, todos ubicados a no más de 1500 años luz de distancia del Sol La proximidad de estas nubes permitió a los astrónomos obtener imágenes excepcionalmente detalladas utilizando Herschel, desenterrando intrincadas redes de filamentos en cada región que examinaron.
Este patrón es muy similar a la predicha a partir de simulaciones numéricas que modelan el proceso de formación de estrellas en las nubes moleculares. De acuerdo con estas simulaciones, el material interestelar fluye hacia filamentos densos a lo largo de las rutas que son paralelas a la dirección del campo magnético local, como se observó, por lo que los nuevos datos indican la importancia de los campos magnéticos interestelares en la formación de estas estructuras.
«La distribución compleja de filamentos en el medio interestelar revelado por Herschel sin duda ha revolucionado nuestra visión de cómo se forman las estrellas en la Vía Láctea y, presumiblemente, también en otras galaxias similares», comenta Göran Pilbratt, la ESA Herschel científico del proyecto.
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